Revivir...

La lluvia cae como dagas de hielo sobre mi pecho.
Insolentes lo atraviesan una tras otra hasta que una de ellas da muerte a mi corazon.

Siento el olor de la dulce muerte por la causa y ya no recuerdo realmente por que luchaba.
El fiel odio con el que me empeñaba en olvidarte se desvanece y me libera.
Me siento flotar en una nube de pensamientos acertados que sueñan con utopias que jamas logre concretar.
No siento frio, tampoco el calor... y ya tus caricias no me erizan la piel como antes.
Ya no siento los rastros de tu boca sobre mi cuerpo y el mundo del olvido amenaza a mis mas preciados recuerdos.
Pero ya no me importa... recuerdo haber luchado en algun momento contra ellos, por querer erradicarlos de mi ser.

Pero aun asi, olvidando tu cuerpo, me queda tu escencia... esa parte de un ser que nunca se va de otro... ese alma que vos supones no tener.
Y al recordar la ternura en tu mirada mi alma llora, pero ya no esta en mi volver.

Me invade el orgullo regalandome mis momentos de mayor vulnerabilidad para otorgarse poder.
Y en algun rincon de mi memoria, que se debate entre abandonarme o seguir conmigo, tus ausencias comienzan a remarcarse con un dolor que anuda la garganta y provoca a las lagrimas.
Mi ira aumenta al igual que la impotencia por no poder arrancarte de mi ser ni aun muerta, y con tantos sentimientos confluyendo en un solo ser me vuelvo a sentir viva casi sin quererlo.

Mi alma empieza a caer de su nube de utopias y regresa al cuerpo maltrecho que yace en el piso.
Al reaccionar el dolor fisico opacaba por el momento al del alma... pero mi mente no cesaba de pensar.

Preferi sufrir por los celos, la ira, la impotencia y la bronca. Preferi el llanto y la agonia de no tenerte. Preferi una vida de cruz continua antes que ni siquiera poder verte.
Descubri que no podia olvidarte ni siquiera con la muerte... y el quererte me trajo de vuelta.
Velvo a vivir en la constante espera... implorando piedad... implorando clemencia... implorando el olvido de tu existencia.